Muchas personas solo visitan a este especialista cuando tienen algún problema en los pies, como una uña encarnada, una verruga o una herida. Sin embargo, el podólogo puede hacer mucho más que tratar estas afecciones. El podólogo es el profesional sanitario que se ocupa de la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades y alteraciones que afectan al pie, tanto en su aspecto funcional como estético.
El podólogo puede ayudarte a cuidar la salud de tus pies y a mejorar tu calidad de vida. Por eso, es importante que sepas cuándo acudir al podólogo y qué beneficios puede aportarte. En este artículo te lo contamos.
No existe una edad establecida para visitar al podólogo, pero se recomienda hacerlo desde que se empieza a caminar, es decir, a partir de los dos años de edad. Así se pueden prevenir el desarrollo de patologías como los pies planos, los pies cavos, el pie zambo o el pie equino. También se pueden corregir hábitos posturales y de calzado que puedan afectar al crecimiento y al desarrollo del pie.
En la edad adulta, se debe acudir al podólogo siempre que se tenga alguna molestia o dolor en los pies, especialmente si se prolonga en el tiempo . Algunas señales de alerta son:
– Lesiones accidentales, como cortes, quemaduras, rozaduras o golpes.
– Coloración inusual de las uñas, como amarillenta, verdosa o negra.
– Descamación, picor o mal olor en la piel de los pies.
– Durezas persistentes, callos o helomas.
– Uñas encarnadas, engrosadas o deformadas.
– Verrugas plantares o papilomas.
– Hongos en las uñas o en la piel (onicomicosis o pie de atleta).
– Dedos en garra, en martillo o en maza.
– Juanetes, espolones o fascitis plantar.
– Pie diabético o pie de riesgo.
Además, se debe consultar al podólogo si se practica algún deporte de forma regular o si se quiere empezar a hacerlo. El podólogo puede realizar un estudio de la pisada para analizar cómo se distribuye el peso del cuerpo sobre los pies y cómo influye esto en la marcha y en la postura. Así se pueden prevenir lesiones y mejorar el rendimiento deportivo.
También se puede acudir al podólogo por motivos estéticos, como para realizar una pedicura profesional, eliminar callosidades o tratar las uñas con láser. El podólogo puede asesorar sobre el cuidado diario de los pies y el tipo de calzado más adecuado para cada persona.
Acudir al podólogo tiene muchos beneficios para la salud y el bienestar de las personas. Algunos de ellos son:
– Prevenir y tratar las enfermedades y alteraciones del pie que puedan causar dolor, incomodidad o limitación funcional.
– Mejorar la movilidad, la estabilidad y el equilibrio al caminar o al realizar actividades físicas.
– Evitar complicaciones graves en personas con diabetes, artritis, obesidad o problemas circulatorios que puedan afectar a los pies.
– Mejorar la apariencia y la higiene de los pies, lo que contribuye a aumentar la autoestima y la confianza.
– Recibir consejos personalizados sobre el cuidado de los pies y el uso de calzado adecuado.
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